Décima Víctima

Historia por Pablo Martínez Vaquero

Al final de la escapada

Inesperadamente, aquel mismo año de 1983 las circunstancias se tornaron adversas para el cuarteto; el anuncio a finales de año de un futuro cambio de residencia de la familia Mertanen amenazó con interrumpir de forma brusca la carrera de Décima Víctima, que llegó a anunciar su disolución a través de un memorable concierto de despedida celebrado a finales de año en la sala Rock-Ola de Madrid. Durante los primeros meses de 1984 se especuló sobre un posible cambio de formación en la banda para su posterior regreso, pero ese mismo año reapareció con su formación original para alborozo de sus seguidores, sacando a la luz un segundo álbum: 'Un hombre solo'. De nuevo, Trinidad estuvo en la sobresaliente coprodución y Lars se encargó del cuidado diseño gráfico, aunque en esta ocasión los temas fueron grabados y mezclados en los renombrados estudios Track de Madrid, con Juan Ignacio Cuadrado y Eugenio Muñoz como ingenieros técnicos.

Se trató de una colección de 10 canciones que se presentan provistas de un sonido más depurado y de una riqueza melódica que dejó de manifiesto la madurez alcanzada por la banda, que logró culminar un trabajo de desarrolló orgánico y coherente. La élite de la crítica especializada del momento llegó a ensalzar con verdadera admiración el tema que daba título al celebrado vinilo, que también contenía otras joyas de pop intimista como 'Es sólo el comienzo' o 'Tierra negra', entre otras. Desafortunadamente, 'Un hombre solo' (afectado también por la crisis de las disqueras independientes tras la quiebra de la distribuidora Pancoca) también significó el punto y final de la carrera del cuarteto hispano-sueco, que se disolvería definitivamente por aquellas fechas.

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En memoria de José Brena